QUÉ SERÁ, QUÉ SERÁ


Teresa Carreón

Usualmente cada fin de año la gente se pregunta cómo será el futuro próximo, qué situaciones le deparará, si será favorable o le traerá desgracias.

A lo largo de la historia, diferentes personajes han dedicado sus reflexiones a esbozar el futuro no sólo próximo, sino el lejano, como lo hicieron Nostradamus, San Malaquías, Saint Germain, o más recientemente Solari Parravicini.

Se ha señalado a Jacques Attali, economista y escritor galo que asesoró a Mitterrand y hace lo propio ahora con Sarkozy, como la vuelta de Maimónides al siglo XXI, ya que al igual que el gran sabio de la Edad Media, Attali ha llegado a ser uno de los intelectuales europeos más brillantes y reconocidos de su generación. Dados sus hábitos de dormir tan sólo cuatro horas por noche, además de alcanzarle el tiempo para escribir novelas, piezas de teatro y crónicas, ha pasado la vida también previendo lo que sucederá en el futuro de nuestro planeta.



Escrito en 2006 “Breve Historia del Futuro”, Jacques Attali describe en él, el futuro económico, social y tecnológico de próximo medio siglo. Refiere cómo serán las relaciones entre las naciones, las diversas convulsiones demográficas y los movimientos de la población. Las nuevas formas de mercado y los progresos técnicos; advierte que se crearán nuevas formas de trabajo, de educación, de salud, sistemas políticos, de cultura y hasta de ocio.

Attali fundó en 1980, la ONG Acción Internacional contra el Hambre, y también es fundador en 1998, de PlaNet Finance, una ONG que promueve el desarrollo económico en los países más pobres, utilizando microcréditos y apoyándose en Internet. En su libro muestra que será posible eliminar la pobreza y conseguir que cada persona se beneficie equitativamente con las ventajas de la tecnología y cómo las generaciones venideras recibirán un medio ambiente mejor protegido.

Algunas lecciones para el futuro que surgen de la lectura de su libro, son que la carencia es lo que fuerza a ir en busca de una nueva riqueza, ningún imperio dura para siempre, lo importante no es quién inventa una nueva tecnología, sino quién la desarrolla y comercializa, calcula que el tiempo entre la invención de una innovación y su generalización, es de aproximadamente medio siglo.

Las conclusiones del autor afirman que el alimento más importante del mundo será la pizza, que nos convertiremos en una sociedad mucho más nómada, que cambiaremos a menudo de casa, el hombre llegará a Marte en 2100, la moda (la ropa) cambiará lentamente, el matrimonio tendrá un carácter bastante más provisional (”habrá más de uno e incluso serán simultáneos”), la infidelidad quedará desprovista de culpa, la lealtad dejará de ser un deber. Algunos dicen que es algo fantasioso.

Por otro lado, el cambio magnético terrestre, que protege a nuestro planeta de las nocivas radiaciones solares, ha desarrollado dos agujeros que permiten que las partículas de nuestra estrella lleguen a la Tierra, con lo cual, los rayos solares podrían afectarnos más de lo que creemos. Esta es la principal conclusión de la NASA y la National Sciencie Foundation. Esos expertos que han descubierto esa enorme grieta en el campo magnético de la Tierra, afirman que es diez veces más grande de lo que pudieron haber imaginado. Advierten que el viento solar puede penetrar por la grieta, sin obstáculo alguno, cargando la magnetosfera de potentes tormentas geomagnéticas.

Aunque la información al respecto ha aparecido a cuentagotas, nuevos profetas advierten que este tipo de eventos suelen generar diversas anomalías que implican radiación y viento solar muy peligroso, ya que si el campo magnético está orientado al sur, puede dañar los circuitos eléctricos, los transformadores y los sistemas de comunicación, además de reducir el campo magnético de la Tierra por un periodo de tiempo.



A consecuencia de ello, ya están surgiendo diferentes pronósticos que vinculan esos fenómenos con las profecías mayas que avisan que en el 2012, una gran erupción solar deshabilitará completamente toda la red eléctrica del planeta, lo cual produciría un efecto del tipo “el día en que la Tierra se detuvo”. Así, están sugiriendo que habría que empezar a prepararse para la supervivencia: un estilo de vida autosostenible y fuera de la red eléctrica, con una vida interior basada en los códigos de amor y paz y la cultivación de la meditación telepática.

Conjeturas tan antagónicas suelen presentarse cuando los tiempos están llenos de crispación y ansiedad.

Frente a ese futuro incierto, prefiero ir con la música a otra parte con la canción de Chico Buarque “O ¿Qué será, qué será?”: ¿Qué será, qué será? /
Que andan suspirando por las alcobas /Que andan susurrando en versos y trovas /Que andan escondiendo bajo las ropas /Que anda en las cabezas y anda en las bocas /que va encendiendo velas en callejones /que están hablando alto en los bodegones /Que gritan en los mercados, que con certeza /Está en la naturaleza, será que será /Lo que no tiene certeza ni nunca tendrá /Lo que no tiene arreglo ni nunca tendrá /Lo que no tiene tamaño.

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