ESCRIBIR SOBRE LA PAZ EN ESTOS TIEMPOS



Teresa Carreón

Pilar Díez Brunet me ha solicitado que escriba sobre la paz, que no señale lo malo que ocurre en nuestro país, que piense en el valor de escribir sobre lo bueno para con ello, atraerlo hacia nuestra nación. Me gustó el énfasis puesto en la solicitud, pero me angustia no poder complacerla porque precisamente esta semana ha sido marcada por acontecimientos que no nos permitirán olvidarla, porque están marcados por el odio, la codicia, la corrupción, la guerra y sus efectos.

Para muestra sólo anotaré algunos ejemplos: el miércoles de esta semana fueron sorprendidos tres ladrones atracando una casa de empeño - esas que han proliferado en los años recientes por la crisis y el desempleo -, en la delegación Gustavo A. Madero. Tomaron como rehenes a dos personas, huyeron en una patrulla y tras una cinematográfica persecución, fueron atrapados. Esta historia tuvo un final feliz.

Alberta Alcántara Juan y Teresa González Cornelio fueron liberadas del penal femenil queretano donde permanecieron presas casi 4 años, después de que la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinara su inocencia del cargo de secuestro contra seis integrantes de la extinta AFI, revocando su sentencia de 21 años de cárcel y afirmando que hubo una desafortunada injusticia, así como diversas violaciones procesales en su juicio. No puedo afirmar que esta situación tenga un buen final porque no se les repondrán los (d)años a estas indígenas nañús.

En tanto, se expande en Estados Unidos un boicot contra la Ley Arizona: mientras en San Francisco la alcaldía ha llamado a no viajar a ese estado, se esperan movilizaciones en 70 ciudades contra esa legislación por ser calificada de antimigrante, por ello, la gobernadora Jan Brewer ha manifestado su irritación por esas acciones de repudio. No puedo calificar el final de esta historia, pues el rechazo no puede detener los operativos racistas que están llevándose a cabo…

Pero la peor historia de la semana es el artero atentado ejecutado por paramilitares pertenecientes a la Unión de Bienestar Social para la Región Triqui (Ubisort), contra la caravana civil internacional que se dirigía a San Juan Copala, Oaxaca, llevando ayuda humanitaria, y en la que participaban 25 personas, entre activistas nacionales y de Finlandia, Italia, Bélgica y Alemania, así como algunos periodistas, quienes buscaban documentar el caso de las locutoras triquis Felícitas Martínez y Teresa Bautista asesinadas el 7 de abril de 2008 y por cuya muerte aún no se ha castigado a nadie.
 San Juan Copala, Oaxzaca
El saldo del atentado es de dos muertos –una mexicana y un finlandés-, otros más heridos y un número indeterminado de desaparecidos. Algunos sobrevivientes han asegurado haber visto los cadáveres de otros activistas, pero temen por la desaparición de sus cuerpos por los paramilitares. Se ha acusado del ataque al gobernador Ulises Ruiz, por respaldar a la Ubisort  y a su indiferencia para detener la violencia.

González Pedrero, recientemente homenajeado por la UNAM, consideró que frente a la situación que vive México, “es tiempo de repensarlo todo: el Estado, la economía, la educación, la sociedad, la ciencia, porque ya nada es lo que era, porque todo se ha salido de cauce por la carrera de velocidad a la que nos empujan las circunstancias y, por supuesto, la codicia.”
 

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