DE CAMPAÑAS ENGAÑADORAS

Teresa Carreón

La televisión mexicana ha emprendido una guerra más, dirigida ahora en contra de la obesidad y el tabaquismo. Los argumentos que en ella se enarbolan quedan muy lejos del interés de la salud pública, pues se parte del principio de cargar de culpas a los “pecadores” obesos o fumadores, para que en consecuencia, aumente inefablemente el consumo de parches de nicotina, cigarros electrónicos, pastillas adelgazantes, fajas, pomadas, cirugías, alimentos libres de grasa, licuados mágicos y demás artilugios que la imaginación pueda ofrecer, en un mercado inyectado por el deseo de ser igual a la bonita o el guapo del programa dominical.

Las campañas criminalizan al fumador y al gordo, porque es mucho más sencillo gobernar a un pueblo arrinconado, acomplejado por los “pecados” que resultan muy caros para el sistema. Es muy sencillo perseguir la consecuencia, para ocultar con complicidad evidente, la causa del verdadero problema.

En nuestro país, los programas alimentarios existentes representan un paliativo de corto plazo (y una ventajosa herramienta electorera). Esos programas tendrían que estar sólidamente respaldados por políticas de soberanía alimentaria, nutrición y erradicación de la pobreza, como única alternativa sustentable a largo plazo.

En una plática impartida por el Dr. Abelardo Ávila Curiel, funcionario del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, Salvador Zubirán, dijo que la obesidad en niños menores de 5 años presentó un incremento de 340% en la ciudad de México entre 1995 y 2002. La desnutrición urbana se conforma principalmente con niños pertenecientes a familias que migraron recientemente, procedentes del medio rural marginado. La desnutrición infantil se concentra fundamentalmente en las zonas indígenas y de alta marginación del medio rural. La disminución de la desnutrición infantil a escala nacional ha sido a expensas de los procesos de sobrealimentación urbana y no como resultado de un proceso de mejoramiento de la nutrición de la población en general.

La obesidad, sin embargo, no es privativa del medio urbano. Se ha documentado también la coexistencia de desnutrición grave en la población infantil con una creciente incidencia de obesidad en el medio rural pobre. No es raro que el niño desnutrido evolucione a la obesidad en las fases siguientes de su ciclo de vida.

Desde hace dos años los precios de los alimentos han ido aumentando, alcanzando un incremento del 80%. Subida que afecta con más dureza a los países en vías de desarrollo, frenando su crecimiento económico y llevando a hambrunas masivas de carácter global. Ha subido la harina, el maíz, la soya, el arroz, el aceite, la leche, la fruta y la verdura fresca. Así, como la demanda de biocombustibles va en aumento, los gobiernos deben decidir si usan los campos de cultivo para la producción de alimentos o cuyos productos se dirijan al consumo de los automóviles ¿Habrá que elegir entre los coches o las personas?

Otro argumento muy fuerte en contra de los fumadores y los obesos, es el gasto que ocasionan a la salud pública. En promedio, las personas saludables viven 84 años, los obesos llegan a los 80, mientras que los fumadores se quedan en 77 años. Cuando esos años se ponen en la balanza del gasto de salud, la mayor carga económica corresponde a los más sanos: 417,000 dólares frente a los 371,000 dólares de costo medio de una persona obesa o los 326,000 dólares de un fumador. Como los fumadores y las personas con sobrepeso fallecen antes, compensan su factura final hasta el punto de salir su atención sanitaria más barata. Esta es la paradójica conclusión de un estudio del Instituto Nacional para la Salud Pública de Holanda.

Al grupo juvenil “RBD” se le confió la tarea de interpretar la canción de la campaña “Elige estar bien contigo” de Televisa. Esto resulta contradictorio pues además de ser la imagen oficial de Pepsi, una de sus integrantes no ha podido superar sus graves problemas alimenticios (anorexia), que casi la llevan a la muerte.

Las guías alimentarias son normas de "buen comer" para el mantenimiento de la salud. La publicación y propagación de estas guías sería de mucha utilidad para la población mexicana. Pero el secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos informó respecto a la publicación de la Guía Nutricional, que se sigue trabajando en varios tipos de ésta, debido a que ha habido algunas inconformidades. "Algunos cuestionan el hecho que se diga que las bebidas azucaradas son factor de obesidad, bueno, pues sí lo son, y no decimos que ya no las tomen sino que su consumo debe moderarse", comentó el funcionario.

Entonces, ¿cuál es el problema más importante? ¿el fomento de la salud pública, o que las famélicas empresas dejen de ganar porque en las guías alimentarias se diga que se consuma poca azúcar? Por ello, resultan evidentes los verdaderos intereses de las campañas antitabaco, antigordura, etc., ya que lo único que buscan es lucrar explotando estas enfermedades de los mexicanos.

“La engañadora” de Enrique Jorrín, me lleva esta semana con su música a otra parte: A prado y Neptuno, /Iba una chiquita /Que todos los hombres la tenían que mirar /Estaba gordita, /Muy bien formadita /Era graciosita en resumen colosal /Pero todo en esta vida se sabe /Sin siquiera averiguar /Se ha sabido que en sus formas /Rellenos tan solo hay /Que bobas son las mujeres /Que nos tratan de engañar, /Me dijiste /Ya nadie la mira, /Ya nadie suspira /Ya sus almohaditas a nadie pueden engañar.

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