EDUCACIÓN Y CAMPAÑAS MEDIÁTICAS


El II Encuentro Internacional de Rectores efectuado en Guadalajara esta semana, concluyó con una sentencia poderosa: el problema fundamental de las sociedades modernas son la ignorancia, la miseria, la pobreza y el dolor de las personas, más que la inseguridad.

Tal afirmación responde muy bien al terror que, históricamente los poderosos de todo el mundo le han tenido a la educación que incluya a toda la sociedad, sin exclusión de edad, raza, género, ni credo.

Por ello, muy útil resulta recordar los argumentos en contra realizados por Davies Giddy, de llevar a cabo un sistema nacional de educación a principios del siglo XIX, propuesta por el parlamentario reformista inglés Samuel Whitbread: “En teoría, el proyecto de dar una educación a las clases trabajadoras es ya bastante equívoco y, en la práctica, sería perjudicial para su moral y su felicidad. Enseñaría a las gentes del pueblo a despreciar su posición en la vida en vez de hacer de ellos buenos servidores en agricultura y en los otros empleos a los que les ha destinado su posición. En vez de enseñarles subordinación les haría facciosos y rebeldes, como se ha visto en algunos condados industrializados. Podrían entonces leer panfletos sediciosos, libros peligrosos y publicaciones contra la cristiandad. Les haría insolentes ante sus superiores; en pocos años, el resultado sería que el gobierno tendría que utilizar la fuerza contra ellos”.

Ahora, en pleno siglo XXI, los poderosos de los medios: El Universal, Excélsior, Televisa, TV Azteca y Multimedios han emprendido una campaña denominada “Iniciativa México” con la que se pretende acentuar el amor al país, cumpliendo cuotas ante la exigencia gubernamental de conmemorar los 200 años de la Independencia y 100 años de la Revolución, destacando lo positivo que tiene nuestra nación. Como portador del pedante mensaje, han empleado a Javier Aguirre, director técnico de la Selección Nacional, castigado por haber manifestado públicamente que nuestro país está jodido.

Se advierte pues, que en esa campaña el verdadero mensaje es que si eres un personaje público y piensas algo que describa la situación actual del país y –peor aún- lo dices públicamente, tu imagen será proyectada a nivel nacional con un discurso fatuo increíble, que generará un odio nacional en contra tuya, quedándose grabada la amenaza que el silencio es lo mejor, en el inconsciente de todo el auditorio.

Ante ello, la mayoría de la población ha obedecido la orden y mantiene silencio. Otros, han respondido afirmativamente al linchamiento social del técnico futbolista, pero la totalidad ha quedado en un estado de completa perplejidad.



Así, callados y perplejos, carentes de reacciones inmediatas, quedamos desconcertados, paralizados, confundidos, en un estado de total ambigüedad.

El modo perfecto de abandonar la perplejidad es la expresión de la autonomía a través del disenso, de la opinión propia, de la manifestación libre y soberana, desarrollada adecuadamente por la educación, porque aunque ya lo sabemos, es bueno recordarlo ahora: un pueblo inculto es más fácil de dominar.

Mejor me voy con la música a otra parte con la canción de Pink Floyd, “Pigs” (Puercos): Hombre grande, hombre cerdo / ja ja, eres una máscara / tú, pez gordo ricachón, / ja ja, eres una máscara / y cuando te pones la mano en el corazón / (eres) casi un bufón…

Comentarios

Irene ha dicho que…
¿Cómo se atreve Aguirre a decir esa sarta de estupideces? Ya ni la burla perdona. ¡Esto es el colmo del cinismo!

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