LOS DESAFÍOS DE LA VIDA TEÑIDA DE SANGRE


Teresa Carreón

Esta semana hemos visto correr nuevamente sangre de jóvenes y comprendemos ahora que la violencia desatada por grupos opuestos de narcos, ya no sólo se dirige a sus integrantes, “ahora sentimos que la sangre también es nuestra” como lo afirmara Juan Villoro.

El aforismo que dice que algunos escritores al reflexionar sobre la realidad, van siempre un paso adelante, se aplica perfectamente a dos pensadores muy destacados: Tomás Eloy Martínez, escritor argentino que falleciera esta semana y Juan Villoro, sociólogo egresado de la prestigiosa UAM.

Ambos intelectuales coincidieron en un tema para reflexionar y sobresalir con ello: el argentino por ser su última columna, “Los desafíos de la cultura narco” y el mexicano por “La alfombra roja, el imperio del narcotráfico” crónica por la que obtuvo el Premio de Periodismo Rey de España en su categoría del galardón Iberoamericano.

La que sería la última columna de Tomás Eloy Martínez, publicada el 9 de enero de este año para el diario La Nación, se refirió a los desafíos de la cultura narco que se ha infiltrado en todos los aspectos de la vida. Afirma que “la guerra contra las drogas y el narcotráfico impregna hoy buena parte de la literatura, sobre todo en Colombia y México, donde la cultura narco expandida como virus, pone y derriba gobiernos, compra y vende conciencias, se toma la vida de las familias y ahora la vida de las naciones. La cultura narco es la cultura del nuevo milenio” sentenció.

El texto premiado de Villoro publicado en el periódico Clarín de Buenos Aires en 2008, es una crónica sobre la situación de miedo y la subcultura que ha generado el narcotráfico en nuestro país, que nos ha sumido desde hace años “en un baño de sangre” lo que nos había llevado a pensar “que la violencia es ajena a nosotros, que los narcos se matan entre sí, y ahora sentimos que la sangre también es nuestra”, ahora más enfáticamente por los jóvenes acribillados en Juárez y Torreón, donde el dolor de sus familias lo compartimos todos.

Villoro comenta que “hemos llegado a una nueva gramática del espanto: enfrentamos una guerra difusa, deslocalizada, sin nociones de “frente” y “retaguardia”, donde ni siquiera podemos definir los bandos”. Tomás Eloy Martínez afirma que “cada día se hace más evidente que la guerra no es la solución al problema y que la única vía posible es enfrentarlo desde la raíz, es decir, desde la despenalización del consumo.”

Muchos analistas lo han asegurado: la respuesta más eficaz contra el narcotráfico es la legalización del consumo, sin alentarlo, sino controlándolo mejor, asegurándonos de promover campañas efectivas de salud y educación pública.

Mejor me voy con la música a otra parte con la canción de Bob Dylan, “Desolation row” (Calle de la desolación): “Estás en el lugar equivocado, compadre, /es mejor que te largues” /Y el único sonido que queda /Después de que la ambulancia se va /Es el de Cenicienta barriendo /En la calle de la desolación…


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