NOMÁS NO ME QUITE MI SILLA

Teresa Carreón
Para nadie en este país es un secreto que el poder en materia educativa no se encuentra en las oficinas de la Secretaría de Educación Pública, el poderoso bastón de mando lo empuña la mano de Elba Esther Gordillo quien sólo en los días recientes ha dejado ver para qué quiere seguir al frente del sindicato magisterial.

El dirigente nacional del PAN, Germán Martínez, consideró que las próximas elecciones serán una "evaluación" para el partido en el gobierno, por lo que al intentar "ir con nuestras mejores calificaciones", ha buscado una alianza con Elba Esther Gordillo y su partido Nueva Alianza (PANAL), como parte de la estrategia electoral blanquiazul.

Un "selecto" grupo de 70 dirigentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y del PANAL, fueron enviados a la Universidad de San Diego, en California –lugar donde la dirigente vitalicia tiene una de sus casas-, para tomar cursos de inglés y capacitarse en los comicios presidenciales de Estados Unidos, ya que "les servirán de lección para la contienda electoral de 2009" dijeron algunos participantes a esos cursos. En opinión de Artemio Ortiz, líder del Comité Democrático de la sección 18 de Michoacán y disidente del SNTE, informa que la dirigente envió allá al denominado "cártel Gordillo", para prepararlos para el fraude electoral de 2009, ya que son los cuadros que ella tiene para operar en las entidades.

Por otro lado, aunque el presidente Calderón calificó a la Alianza por la Calidad de la Educación recientemente firmada, como prioritaria, ésta se traslada en un carro con llantas cuadradas, debido al burocratismo y el retraso entre la SEP y el SNTE. Uno de los elementos importantes de la Alianza, es que el 18 de agosto tendrían que estar en las aulas los maestros seleccionados por concurso para iniciar el nuevo ciclo de estudios. Pero cómo imaginar que los esbirros de la dirigente, van a renunciar a la venta de plazas.

El SNTE es controlado por "una casta de políticos profesionales" que intercambia con los gobiernos, la representación de los maestros por privilegios materiales y posiciones políticas. Ya desde el 2006, la expriísta afirmaba que el SNTE "irá con el gobierno del color que sea, siempre que éste se comprometa con la educación" y en los actos oficiales les decía a sus delegados "voten por quien quieran, que no hay miedo, el que sea nos va a respetar, por las buenas o por las malas, pero entenderá que esta organización no está en subasta, no está en venta, no se conforma con senadurías ni con diputaciones".

Se sabe que el poderosísimo sindicato magisterial lo es también en recursos económicos, pero al querer saber a cuánto ascienden los ingresos de la millonaria organización sindical, la líder vitalicia responde "no somos tontos como para decir la cantidad de dinero que recibimos. Es parte de la estrategia política". Esos recursos sólo benefician a la cúpula operativa del sindicato de maestros, mientras que la gran mayoría de los profesores tienen sueldos miserables de 5 mil 363 pesos, menos descuentos.

Ante la falta total de transparencia y rendición de cuentas no sólo a sus agremiados, sino a quienes otorgan esos recursos, todavía se avientan la puntada de pedir al presidente del Banco Mundial, Robert Zoelleck, apoyo económico para programas de capacitación y equipamiento tecnológico, garantizando un manejo transparente de los recursos. "Serían recursos perfectamente etiquetados y administrados con transparencia, a través de los instrumentos que el Banco Mundial estableciera…Desde nuestra organización, ratificamos la decisión de transparentar, si se diera el caso, el uso de los recursos y vigilar que aquellos destinados a la educación se apliquen con cabalidad en este compromiso", afirmó sin atisbo de vergüenza alguna, Rafael Ochoa, secretario general de esa organización.

La función de cualquier sindicato es defender laboralmente a sus trabajadores; el caso del magisterial, representa al grupo más numeroso de los empleados del Estado, y uno de los más sufridos. Debería cuidar, pues, de los salarios, pensiones, mejoras laborales, y como es de esperarse de una organización que se maneje democráticamente, rendir cuentas a sus afiliados y a la sociedad que es quien en última instancia, le otorga los insumos con los que se maneja.

Además de lo anterior, el presidente Calderón le ha dado amplias atribuciones a Elba Esther Gordillo para que opere de la manera como ella desee en la SEP, ocasionándole con ello daños irreparables al deteriorado sistema educativo nacional -y a los contribuyentes- al cederle espacios dentro de la SEP, siendo que su ámbito tendría que ser únicamente el laboral.
Pero el sindicato no es la autoridad educativa. Para eso está la SEP.


Así vemos cómo se equivoca el presidente Calderón al confundir al sindicato con el sistema educativo. En la presentación de un programa de salud para los profesores que funcionará en temporada vacacional, después de dar su mensaje, la ex priísta regresó a la mesa del presidium y confundió su silla con la del Presidente. Pero antes de que la profesora terminara de tomar asiento, Calderón le comentó algo al oído; ella se paró, cruzó los brazos y finalmente tomó su lugar.

Empiezan a buscar ya a la lidereza del sindicato de la educación para negociar con ella, con la seguridad de contar con el voto de los maestros borregos, que en números redondos, le garantizan un gran empujón al candidato que les ordenen apoyar. Todos sabemos que en las urnas nadie nos obliga a votar de un modo determinado, sin embargo, el poder de la señora Gordillo se sustenta en la garantía de entregar resultados favorables al candidato respaldado obteniendo con ello, prebendas políticas que la mantendrán en un poder seguro. Ahora comprendemos por qué le quiso quitar la silla a Felipe Calderón.

Mejor me voy con la música a otra parte cantando la canción: "lo que pasa es que la banda está borracha, está borracha, está borracha…"

Comentarios

Entradas populares de este blog

INTO THE WILD (AVENTURA EN ALASKA)

Edgar Morin: "El siglo del conocimiento puede ser el siglo de la ceguera"

Edna St. Vincent Millay: "Lo que mis labios han besado" y "El amor no lo es todo"