CREATIVOS AUSENTES
Teresa Carreón En mi recordada infancia, el domingo era día de comprar un cuento en el puesto de periódicos de la esquina. Solicitaba la cantidad exacta para poderlo adquirir… ¿cuál? La decisión flotaba entre Fantomas, Memín Pinguín, Lágrimas, risas y amor o La Familia Burrón, historietas –o cuentos- que le hacían sombra a Archi o La Pequeña Lulú. Con mi cuento bajo el brazo, podía iniciar la semana haciendo el intercambio acostumbrado con mis amigas, que después de leerlos todos, era cuando seleccionábamos al mejor cuento de la semana. Las historias de La Familia Burrón generalmente eran las del gusto de todas las participantes porque nos daba miedo que a Fantomas le pasara algo con tanto malo que debía perseguir, y con el Memín y Lágrimas, risas y amor siempre llorábamos, pero con los Burrón, aunque vivían algunas historias muy dramáticas, siempre brotaban las carcajadas. Personajes como la Borola, Regino, Macuca, Foforito con Wilson su perro, Cristeta Tacuche, Avelino Pilongano,...