LA NUEVA ESCLAVITUD
Teresa Carreón
Conversando con un grupo de amigos, salió a la plática el interés de la gente por las teorías conspirativas. Se conoce como teoría conspirativa a algunos eventos ya sucedidos o que se encuentran en desarrollo (ya sean políticos, sociales, populares o históricos), que se caracterizan por el ocultamiento de sus verdaderas causas al conocimiento público y son realizados por un grupo de personas u organizaciones poderosas e influyentes, que permanecen en la sombra.
Entre las más populares se encuentran las acusaciones de falsificación en los alunizajes del Programa Apolo de la Nasa, la explicación de la inesperada muerte del papa Juan Pablo I, las teorías sobre el asesinato de John F. Kennedy, la conspiración del ocultamiento extraterrestre, incluyendo el contacto que diversas razas de estos seres tienen con los grandes líderes de la tierra, la misteriosa muerte de Marilyn Monroe o de Michael Jackson, hasta las teorías de Rothschild, Rockefeller, los Illuminati, el sistema financiero mundial o el Sistema de la Reserva Federal en Estados Unidos.
Aunque generalmente no son tomadas en serio por carecer de evidencia verificable, las teorías conspirativas son del gusto de la cultura popular sobre todo frente a las cuestiones que están lejos de su comprensión como los asuntos de índole económica y financiera.
A partir de que John Adams (1735 – 1826) afirmara que “hay dos maneras de conquistar y esclavizar a una nación, una es con la espada, la otra es con la deuda.”, se dice que las personas han ingresado a una nueva era de esclavitud: la esclavitud económica, que es una estafa de manipulación social de lo más ingeniosa, cuyo núcleo es una guerra invisible contra la población, empleando como arma la deuda para conquistar y esclavizar a sociedades enteras donde el interés es su munición principal y cuyas agencias más importantes son el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y los sicarios económicos, como los nuevos soldados.
Se afirma que un grupo de dirigentes de grandes corporaciones (corporatocracia), controlan los medios (por propiedad directa o por publicidad) y a los políticos que les financian sus campañas. Buscan maximizar sus ganancias, a través del uso de la deuda, el soborno y el derrocamiento de políticos, produciendo una nueva esclavitud económica controlada a escala local por la deuda, la inflación y el interés, en tanto que a escala mundial el control de esa esclavitud estaría garantizado por el Banco Mundial y el FMI.
La operación de estos oscuros agentes sería la de llegar a un país y corromper al líder, imponiendo “condicionantes” a “políticas de ajuste estructural” consistentes en la devaluación de la moneda, en grandes recortes de los fondos destinados a los programas sociales (su principal meta son los de educación y salud), la privatización de las empresas estatales, la liberalización del comercio por medio de la apertura económica, quitando restricciones al comercio exterior, la desregulación de la producción, la apropiación de los recursos naturales sin responsabilidad alguna con el medio ambiente. Su principio es trabajar bajo el supuesto fundamental de maximizar los beneficios sin importar el coste social o medioambiental.
Considerando el estado actual del mundo, con toda su miseria, sus conflictos, su brutalidad destructiva y su agresividad ¿cómo no darle crédito a estas teorías de la conspiración? Por cierto, ¿a quién rinden cuentas los organismos de crédito (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Organización Mundial de Comercio)?
Mejor me voy con la música a otra parte con la canción de Alí Primera, “Esclavos de Esclavos”: Sutil es la esclavitud /ya no sentimos el látigo /que nos resuene en la espalda /es la nueva esclavitud…
Comentarios