HACIA LA CUMBRE DE POZNAN
Teresa Carreón
Del 1 al 12 de diciembre del difícil año que está por terminar, se efectuará en Polonia la conferencia de Poznan, organizada por las Naciones Unidas, cuyo objetivo es prolongar la aplicación del Convenio Marco de la ONU y del Protocolo de Kioto sobre el cambio climático, además de dar un nuevo impulso a las negociaciones destinadas a diseñar el régimen multilateral que deberá entrar en vigor a partir de 2012.
Se espera que Poznan congregue en diciembre a más de 8.000 asistentes de 190 países, ya que ella, supone la mitad del camino del proceso negociador de dos años de la ONU que debe culminar a finales de 2009 en Copenhague (Dinamarca) con el acuerdo que sustituirá al Protocolo de Kyoto.
Hay que recordar que la ONU sentó las bases para la Conferencia sobre el Cambio Climático en 1992 en la llamada “Cumbre de la Tierra” de Río de Janeiro, de la que también surgieron las conferencias de Desertización y de Biodiversidad. Se espera que Poznan resulte determinante para mantener el impulso político que haga viable los acuerdos necesarios para el futuro del planeta y de la especie humana.
Actualmente, el tratado compromete a los países más industrializados a llegar al 2012 con una producción de gases invernadero cinco por ciento menor a la que había en 1990. Sin embargo, en tan sólo seis años, los 40 países más industrializados han incrementado hasta en dos por ciento la emisión de gases invernadero, según la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático. Por ello, el director ejecutivo del organismo de la ONU, Yvo de Boer, destacó que la cifra demuestra la urgente necesidad de actuar y acelerar las negociaciones para un nuevo acuerdo internacional.
Del 1 al 12 de diciembre del difícil año que está por terminar, se efectuará en Polonia la conferencia de Poznan, organizada por las Naciones Unidas, cuyo objetivo es prolongar la aplicación del Convenio Marco de la ONU y del Protocolo de Kioto sobre el cambio climático, además de dar un nuevo impulso a las negociaciones destinadas a diseñar el régimen multilateral que deberá entrar en vigor a partir de 2012.
Se espera que Poznan congregue en diciembre a más de 8.000 asistentes de 190 países, ya que ella, supone la mitad del camino del proceso negociador de dos años de la ONU que debe culminar a finales de 2009 en Copenhague (Dinamarca) con el acuerdo que sustituirá al Protocolo de Kyoto.
Hay que recordar que la ONU sentó las bases para la Conferencia sobre el Cambio Climático en 1992 en la llamada “Cumbre de la Tierra” de Río de Janeiro, de la que también surgieron las conferencias de Desertización y de Biodiversidad. Se espera que Poznan resulte determinante para mantener el impulso político que haga viable los acuerdos necesarios para el futuro del planeta y de la especie humana.
Actualmente, el tratado compromete a los países más industrializados a llegar al 2012 con una producción de gases invernadero cinco por ciento menor a la que había en 1990. Sin embargo, en tan sólo seis años, los 40 países más industrializados han incrementado hasta en dos por ciento la emisión de gases invernadero, según la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático. Por ello, el director ejecutivo del organismo de la ONU, Yvo de Boer, destacó que la cifra demuestra la urgente necesidad de actuar y acelerar las negociaciones para un nuevo acuerdo internacional.
En marzo de 2001, la administración Bush no suscribió el tratado de Kioto, con la justificación de que ello dañaría el comercio norteamericano. Sin embargo, el presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, no asistirá a la conferencia de Naciones Unidas, por lo que de Boer dijo que la delegación estadounidense en Poznan, mantendrá un estrecho contacto con el equipo de Obama y el pueblo norteamericano tendrá que darle seguimiento a sus promesas de campaña.
Otro gran nubarrón que está ensombreciendo las esperanzas de los pueblos con respecto a las negociaciones del futuro del planeta, es la crisis financiera. En reuniones preparatorias, ocho países de Europa oriental (Bulgaria, Estonia, Letonia, Hungría, Lituania, Polonia, Rumania y Eslovaquia) dijeron que sus compromisos previos con los objetivos ecologistas serían imposibles ahora, pues desean que los objetivos de emisión de CO2 sean revisados a la luz de la “grave incertidumbre económica y financiera”.
De ahí que el verdadero dilema sea que los países más pobres no puedan tomar compromisos ambiciosos a causa de la actual situación económica, mientras que los países más ricos sientan disminuir su entusiasmo ecológico si el tratado supone cambios que pudieran afectar negativamente su crecimiento económico. Ante ello, el austríaco Yvo de Boer, advirtió que “la actual inestabilidad financiera no debería ser excusa para retrasar la acción sobre el cambio climático”.
Sin embargo, los científicos afirman que las emisiones de C02 deben descender drásticamente dentro de diez a quince años para evitar cambios potencialmente peligrosos para el clima. Han advertido que en los próximos siete años, 250 millones de personas podrían ser “refugiados ambientales” a consecuencia del cambio climático, debido a las afectaciones que ya resienten las poblaciones, las cuales se manifiestan en sequías, inundaciones y falta de alimentos. En nuestro país, hay que recordar las inundaciones que año con año ocasionan desastrosos resultados, donde Tabasco ha sido el más afectado.
De mantenerse el cambio climático fuera de control, surgirán implicaciones sobre la seguridad del tamaño de las ocurridas durante las guerras mundiales, las cuales se prolongarán por siglos.
Hasta ahora, las respuestas de los gobernantes ante estos riesgos son lentas e inadecuadas, por ello la gente está presionando con diversas acciones, por ejemplo, en Australia, “Las caminatas contra el calentamiento” son la respuesta ante esa falta de decisión de sus gobiernos sobre el clima, por lo que miles de personas salieron a las calles el sábado 15 de Noviembre en Sydney, Melbourne y muchas más localidades en Australia.
El día de acción global, sábado 6 de diciembre (a mitad del encuentro en Polonia), se anuncian diversas manifestaciones globales, en las cuales se exigirá un progreso real para conseguir un tratado internacional post-Kyoto sobre el clima, que lleve a detener y hacer retroceder las emisiones globales de gases de efecto invernadero y con ello, evitar una catástrofe global.
Ya lo dijo Albert Einstein “El mundo es un lugar peligroso. No por causa de los que hacen el mal, sino por aquellos que no hacen nada por evitarlo”.
Con grandes expectativas acerca de los resultados de las próximas reuniones, yo me voy con la música a otra parte, con la canción “Padre” de Joan Manuel Serrat: Padre/decidme qué/le han hecho al río/que ya no canta./Resbala/como un barbo/muerto bajo un palmo/de espuma blanca./ Padre/que el río ya no es el río./Padre/antes de que llegue el verano/esconded todo lo que esté vivo./Padre/decidme qué/le han hecho al bosque/que ya no hay árboles./En invierno/no tendremos fuego/ni en verano sitio/donde resguardarnos./Padre/que el bosque ya no es el bosque./Padre/antes de que oscurezca/llenad de vida la despensa./Sin leña y sin peces, padre/tendremos que quemar la barca,/labrar el trigo entre las ruinas, padre,/y cerrar con tres cerrojos la casa/y decía usted.../Padre/si no hay pinos/no habrá piñones,/ni gusanos, ni pájaros./Padre/donde no hay flores/no se dan las abejas,/ni la cera, ni la miel./Padre/que el campo ya no es el campo./Padre/mañana del cielo lloverá sangre./El viento lo canta llorando./Padre/ya están aquí.../Monstruos de carne/con gusanos de hierro./Padre/no, no tengáis miedo,/y decid que no,/que yo os espero./Padre/que están matando la tierra./Padre/dejad de llorar/que nos han declarado la guerra.
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